Aunque todavía estamos en primavera y tenemos días lluviosos, no se puede negar que cuando nos levantamos y vemos un día soleado, nos apetece gozar de los espacios exteriores.
La vitalidad que sentimos cuando comemos o nos relajamos al aire libre nos hace sentir como nuevos. Y para ello, cualquier espacio es bueno. No hace falta tener un gran jardín para poder disfrutar de esos momentos (claro está que con más espacio más posibilidades tenemos); lo principal es saber qué queremos hacer en ese espacio exterior para aprovecharlo al máximo.
Hoy en día tenemos una gran oferta de muebles de exterior: madera, rattán sintético, polipropileno, aluminio, etc. Pero, ¿por cuál nos decantamos a la hora de escoger?
Cierto es que la estética tiene mucho que ver con ello. Mucha gente compra los muebles de exterior porque le parecen bonitos. Pero hay que tener en cuenta la condiciones medioambientales a las que los someteremos y los cuidados que necesitan. No nos gustará ver que de un verano para otro nuestros muebles se han envejecido como si tuvieran 10 años!
Polietileno o polipropileno:
Este tipo de material es muy requerido para el exterior por su alta resistencia al sol, los golpes, la humedad y los agentes químicos. Es una gran alternativa si lo que buscamos es un tipo de mobiliario que podamos dejar durante todo el año en la terraza o si el clima no es extremo. Otra gran ventaja de este material sintético es que se mantiene con mucha facilidad, sólo hay que pasar un paño húmedo para limpiarlo. Además, es un material 100% reciclable.
La mesa DESSA está disponible en 4 colores. Su precio es de 99 euros.
Este material permite a los fabricantes crear mobiliario de muchos colores, creando así, no sólo formas atractivas, sino combinaciones de colores de la temporada.
Madera:
Sin duda la madera aporta calidez a cualquier espacio. Su presencia llena el espacio. Queda fantástico en jardines por su combinación con el verde. Pero hay que tener en cuenta que la madera pide un tratamiento especial. Si no queréis que los muebles cojan ese tono grisáceo deberéis barnizar periódicamente los muebles.
Hierro forjado:
Es un material muy resistente pero puede llegar a oxidarse por la humedad y el agua, así que sin ninguna duda, hay que guardar estos muebles en el interior cuando termina la temporada de verano. Si os encontráis con este problema, frotad con un cepillo metálico de púas rígidas, pintad su superficie con un producto antioxidante y aplicad una capa de esmalte incoloro.
Aluminio:
Sin duda, es un material más práctico y ligero. No se oxida y no pesa nada. El aluminio tiene grandes posibilidades decorativas, queda perfecto en terrazas urbanas y en jardines. Los fabricantes lo presentan también combinado con madera u otros materiales. Se limpia muy fácilmente con agua templada y un detergente neutro.
La colección SHIO consta de mesas, sillas y tumbonas.
Textiles:
Los textiles son parte del mobiliario. Hay que tener en cuenta que si estamos cerca del mar, habrá que buscar telas con tratamiento anti-microbios y resistentes al moho, como la lona náutica. Las telas para exterior han evolucionado mucho, se mezclan con acrílico con teflón o con neoprenos y duplican su resistencia. Ahora son mucho más resistentes a la intemperie, a la humedad, al sol y al uso constante.
Rattán sintético:
El rattan es uno de los materiales más usados para los muebles de exterior. Esta fibra natural se adapta a muchas formas y diseño por su flexibilidad. Pero como fibra natural tiene una durabilidad y resistencia muy limitada, requiere mucho cuidado y hay que darle una capa de barniz de vez en cuando.
En cambio, el rattan sintético, imita a la perfección el rattan de fibra natural y al mismo tiempo ofrece muchos beneficios como por ejemplo reducir el cuidado del mueble por su mayor resistencia y durabilidad, permite una limpieza sencilla, las posibilidades decorativas son mayores porque se fabrica en diversos colores y los precios son más asequibles.
Ahora la elección es vuestra...
